Buscar este blog

lunes, 9 de enero de 2012

Ser emprendedor

Aprender de los que hacen
Las universidades locales no son vistas como un buen lugar para aprender a emprender,  es que quienes dictan las clases en la gran mayoría son académicos, no emprendedores. Hay disciplinas que admiten ser enseñadas por académicos, pero otras no.
El emprendimiento se aprende de los que hacen, no de los que leyeron o investigaron sobre el tema y ese es el principal problema de las universidades hoy.

¿Cómo aprender de los que hacen? Una opción es ir a charlas y eventos. El problema es que la mayoría de los “speakers” destacados cuando van a esos eventos aprietan “play” y repiten un versito auto referencial, más apuntado al lucimiento personal que a transmitir sus experiencias para que le sirvan al otro. Pero es un camino posible.
El otro es ponerse en contacto directamente con gente de la que creas que puedes aprender algo. La clave en ese caso es hacerlo con una pregunta clara.

La imagen de un emprendedor visionario que construye un imperio a partir de una idea brillante y completamente formada es prácticamente un mito. Al mismo tiempo, las ideas libres y flexibles de un emprendedor no deben limitarse a un plan de negocios.
Dado lo anterior, creemos que los emprendedores deben sacar partido de sus clientes y socios para resolver la paradoja financiera y estar listo para las sorpresas tanto buenas como malas.

Pero los fondos son únicamente benéficos si se pueden usar para generar crecimiento y ventas y para que esto ocurra, el emprendedor debe estar listo para las sorpresas. La investigación realizada por el profesor del IMD Stuart Read y sus colegas muestra claramente que los emprendedores exitosos son maestros en el arte de manejar lo inesperado.
Esto es algo que a la mayoría de nosotros no nos enseñan en las escuelas de negocios. Se nos dice que evitemos a toda costa las sorpresas, que nos cuidemos y aseguremos contra ellas y que hagamos lo posible por eliminarlas del negocio. Los emprendedores, por otro lado, son unos genios para convertir los eventos inesperados en fuentes de ventajas.



No estamos solos en esta conclusión. En el año 1985, el eterno sabio de la administración, Peter Drucker dijo solemnemente estas palabras: “La mayoría de lo que han escuchado acerca del espíritu emprendedor está equivocado. No es magia, no es un misterio y no tiene que ver nada con la genética. Es una disciplina y como tal, se puede aprender.”
Todos podemos ser emprendedores!

No hay comentarios:

Publicar un comentario