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lunes, 9 de enero de 2012

MODELO ECONOMICO-SOCIAL Y COMPETENCIA EN LOS MERCADOS CHILE: UN CASO DE OLIGOPOLIO Y ASISTENCIALISMO

Desde hace ya una larga data se ha sostenido por amplios sectores informados que 
la forma como se ha aplicado el modelo económico social nos llevaría a un punto de 
modesto desarrollo, con altos índices de endeudamiento, creciente oligopolización de los 
mercados y disminución en la competitividad. 
 La última crisis internacional, aún en proceso, puso  más en evidencia nuestros 
problemas, por lo que es necesario efectuar una corrección en la estrategia de desarrollo, 
que basándose en lo mucho rescatable que tenemos y en las bases del sistema de economía 
social de mercado, nos permita corregir algunas fallas estructurales. Esta nueva estrategia 
no afectará la  propiedad privada; la apertura creciente al  comercio internacional y  la 
competencia en los mercados, pero será necesario, además,  reforzar alguna propiedad 
estatal, especialmente en el sector financiero; democratizar el crédito y desconcentrar
algunos mercados que no están obrando en el interés de los consumidores. Asimismo, el 
principio de la responsabilidad inherente a toda buena economía, será el eje central para 
el sector público y privado. 
 No hay que confundir el hecho de tener reservas, producto del esfuerzo de todo un 
país que ahorró aquellos fondos a costa de asumir el mayor precio del petróleo y derivados 
y de no gastar los excedentes del cobre, con un blindaje.  A este error de diagnóstico, muy 
frecuente, se suma lo que ocurrió en la crisis asiática y la respuesta vía altas tasas de 
interés. Una cierta laxitud en los controles financieros, y a la competencia en los mercados 
como se observa  en varios casos en Chile, conforman un cuadro muy preocupante. 

La caída de las bolsas anticipó una crisis del sector productivo y laboral y los datos 
de Estados Unidos, que va adelante en transparencia, indican que comparados con los de la 
gran depresión del año 30, si bien están por debajo, revelan la profundidad del problema. El 
índice industrial de Estados Unidos, Dow Jones, llegó a caer hasta en un 54%, similar a la 
gran depresión. 
 Las consecuencias de la crisis de 2008 no han terminado y lo que es más peligroso 
sus causas basales no se han corregido. Estados Unidos mantiene sus problemas de déficit 
fiscal y varios países europeos están en peligrosa inestabilidad y algunos tan grandes como 
Italia o España, sufren bajas en sus calificaciones y aumentan los riesgos país. 
 En suma, confiar solo en los reguladores ya no basta, pero infinitamente más útil es 
buscar masificar el emprendimiento y dejar el asistencialismo en su justa medida.

Breve Reseña Histórica
 Para entender porque se habla de una corrección o de un cambio de dirección en la 
estrategia de desarrollo, es preciso efectuar una brevísima historia del sistema económico 
social que nos rige y que se echó a andar en el año 1974, y que, por lo tanto,  ha cumplido 
más de 35 años de vigencia. 
 En efecto, la estrategia del gobierno militar que se desarrolló a la caída del gobierno 
socialista en 1973 se fundamentó en los siguientes pilares esenciales: 
a) Libertad de precios y preeminencia de la propiedad privada; 
b) Mercado de capitales modernizado, que incluye el dinero previsional; 
c) Privatización de empresas; 
d) Apertura al comercio exterior, rebajando aranceles y buscando diversificar las 
exportaciones; 
e) Concentración económica elevada en mercados relevantes en manos de grupos 
económicos nacionales y extranjeros poderosos. 
 A partir del año 1990, los gobiernos de la Concertación, iniciaron cambios 
graduales, importantes, relacionados con materias sociales, tributarias y laborales, pero 
que en las grandes líneas mantuvo la estrategia de desarrollo sobre las bases definidas 
en el gobierno militar. En esa línea se inserta un conjunto de normativas para ir 3 
perfeccionando un mercado de capitales cada vez más complejo y se produce, con la 
anuencia de la autoridad, un aumento en la concentración de los mercados. Se lleva a cabo, 
a partir de 1994, una privatización de empresas públicas que aun quedaban en manos del 
Estado como las  empresas sanitarias, Colbún en el área eléctrica, los puertos, se 
concesionan junto a  las carreteras. Se logra una consolidación del comercio exterior 
sobre la base de acuerdos bilaterales o tratados de libre comercio, principalmente con 
Estados Unidos, Unión Europea, México y países asiáticos. La imagen comercial de Chile 
se consolida y prestigia. 

El dinero, asociado a tasas de intereses muchas veces especulativas para los sectores 
de medios y bajos ingresos, ha resultado funcional a los sectores que concentran los altos 
ingresos, capaces de obtener líneas de crédito ilimitadas a tasas mucho más bajas. Esta 
característica constituye una de las causas fundamentales del nudo gordiano, lo financiero 
del sistema económico y por ello se necesita una revisión profunda que haga efectivamente 
que el crédito llegue a todos quienes lo necesitan  y puedan usarlo bien y a tasas 
razonables. El mercado de capitales deberá adecuarse a ello porque su función es 
servir al aparato productivo y no al revés. La democratización del crédito es fundamental 
en la búsqueda de una real igualdad de oportunidades y facilitará la desconcentración. 
 Chile ha aplicado desde el año 1974 esencialmente  un mismo instrumental de 
política económica con diferente énfasis, y en ese largo devenir  de nuestra historia han 
existido muy distintos modelos económicos en aplicación. Nadie podría decir que el 
modelo De Castro de mediados de 1970 a 1982 del dólar fijo, unido a gran presencia de 
capitales internacionales y privatizaciones, fuese el mismo que se aplicó después de la crisis 
bancaria por  Escobar Cerda, con un fuerte acento social y luego por Buchi con aranceles 
altos, reprogramaciones masivas, reducción de la deuda externa, dólar competitivo, con 
fuerte intervención estatal, todos aplicados durante el gobierno militar; y nadie podría decir 
que se trató exactamente del mismo modelo que se implementó a partir de la Concertación 
con Foxley, con aumento de tributos, tratados de libre comercio, leyes laborales más 
beneficiosas para los trabajadores y regulación de  la afluencia de capital extranjero 
golondrina, en los servicios financieros. 

Durante la época Concertacionista hubo variaciones significativas. En efecto, 
Aninat fue privatizador; Eyzaguirre, un macroeconomista de reglas estructurales y Velasco 
un ortodoxo liberal y creador del ahorro externo vía fondos soberanos y entusiasta  
asistencialista. 4 
 El gobierno de Piñera todavía  es una incógnita, aunque ya aparecen indicios de una 
continuidad del modelo macro. Ha sorprendido con reformas sociales en salud, educación y 
laborales, que sin desconocer su valor se inscriben especialmente en clave asistencialista. 
Los esfuerzos del Ministerio de Economía por cambiar el eje estructural no dan todavía 
frutos y parecen un poco tímidos, atendido lo que aquí se plantea y los resultados visibles. 
En síntesis, los modelos que ha seguido el país en estos 35 años, si bien han logrado 
cambios significativos,  no han sido ni serán capaces de llevarnos a ser un  país 
desarrollado, y si bien ha habido una disminución notable de la  indigencia y avances 
incuestionables en salud cobertura sanitaria y otros indicadores sociales, los niveles de 
pobreza todavía nos sitúan en el tercer mundo sin la menor duda y a cambio de ello ha 
aumentado a un grado desconocido y aparentemente imparable la concentración de la 
riqueza y en los mercados principales ha disminuido la competencia a niveles que no se ven 
en ningún otro país. La economía chilena bajo el dirigismo práctico de los grandes grupos económicos, no será capaz de la tarea de llevarnos  al desarrollo. La gran locomotora de 
capitales nacionales y extranjeros, tiene capacidad limitada y el asistencialismo no puede 
reemplazar el crecimiento y la productividad y por  el contrario puede hasta resultar 
contraproducente. Es esencial incorporar muchos más actores en la tarea de crear riqueza 
vía nuevos esfuerzos empresariales. La clase media  y baja empresarial no ha tenido una 
política propia. 


(Extracto análisis en documento llamado: MODELO  ECONÓMICO-SOCIAL Y COMPETENCIA  EN LOS MERCADOS CHILE: UN CASO DE OLIGOPOLIO Y ASISTENCIALISMO)
       Ramón Briones Espinosa 
       Abogado Universidad de Chile 
       Hernán Bosselin Correa 
       Abogado Universidad de Chile 
       Cristián Briones Montaldo 
       Economista Universidad de Chile 

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