La
nueva cultura digital esta aquí para quedarse. Cada vez más ciudadanos
cogen sus ordenadores o dispositivos móviles para conectarse son sus
amigos, opinar, conversar, organizarse, presionar, trabajar, comprar,
disfrutar, encontrar pareja, …
¿Quieres
estar dentro? Aunque en realidad la pregunta debería ser ¿Te puedes
permitir estar fuera? Millones de personas en todo el mundo están
conversando, y tú tienes que unirte a esa conversación, tú organización
debe estar dentro, proponiendo, difundiendo, comunicando, conversando,
denunciando. ¿Cómo? Los ciudadanos se organizarán, se están organizando,
con tu ONGD o sin ella. “Ya no necesitamos empresas, gobiernos o instituciones para organizarnos. Ahora tenemos herramientas para hacerlo nosotros solos.” (Jarvis, 2010)1.
Tenemos muchos ejemplos. Pero no es un tema fácil. Las redes sociales
son un fenómeno reciente, no sabemos muy bien como funcionan, como
gestionarlas, sentimos que no tenemos el control, todo se mueve en un
aparente caos. Los impactos pueden ser espectaculares con muy pocos
recursos, pero también se pueden cometer grandes errores, con efectos
muy negativos y difícilmente solucionables.
No
podemos caer en el error de prensar que estamos hablando de tecnología,
hablamos, fundamentalmente de una filosofía que se puede resumir en dos
palabras: “participación” y “colaboración”; filosofía
con la que deberíamos sentirnos cómodos, estos conceptos no nos son
ajenos. Los utilizamos todos los días en nuestro sector, esta en
nuestros idearios, en nuestras políticas, en nuestros principios, en
nuestros valores, en nuestra cultura, en nuestros planes. Esta filosofía
tiene importantes efectos sociales. Como plantea John Seely Brown2,
especialista en aprendizaje organizacional, gestión del conocimiento y
sistemas adaptativos complejos, y Richard Adler, experto en publicidad y
medios de comunicación, estamos evolucionando desde la perspectiva de “Pienso, por lo tanto, existo”, a la derivada del constructivismo social y la concepción misma de la Web 2.0: “Participo, por lo tanto,existo” (Seely y Adler, 2008)3.
Las
tecnologías sobre las que se apoya la Web 2.0 y las redes sociales
existen hace tiempo, técnicamente no suponen una gran innovación. Donde
podemos hablar de una revolución es en el plano social, en su uso y
apropiación por parte de los ciudadanos. No es cierto que la Web 2.0 y
la redes sociales nos cambien la vida, son los ciudadanos, los agentes
sociales, las instituciones, las organizaciones, la comunidad, quienes
usan la Web 2.0 para cambiar nuestras vidas. Tendremos la sociedad que
decidamos tener (Ruíz y Buira, 2007)4. ¿Estáis dispuestos/as a dar ese paso? ¿A construir sociedad utilizando el poder de la Web 2.0 y las redes sociales?
¿Preparado
para el salto? Pues prepárate para desaprender muchas cosas. Aquello
que te enseñaron que funcionaba, y que probablemente funcionó durante
años, yo no es valido actualmente. Aquello que funcionaba en un mundo
unidireccional, no funciona en un mundo bidireccional, multidireccional,
podríamos decir. Sería muy fácil si nos encontrásemos ante un tema
tecnológico, eso casi siempre “solo” es un problema de dinero. Pero no es así, nos encontramos ante personas que se relacionan (Curtiches, Fuentes, García y Toca, 2011)5.
Por ello, si queremos implicar a la sociedad en nuestra organizaciones a
través de la nueva cultura digital, se deberán producir cambios
radicales en tu organización y en su forma de comportarse (Firsbrook y
Wollan, 2011)6. Si tuviéramos que elegir los elementos más esenciales sin duda estos serian: (Sancho y de Miguel, 2011)7:
-
Modificar nuestra forma de relacionarnos.
-
Transformar nuestra organización.
Modificar nuestra forma de relacionarnos.
Hasta
ahora, las ONG desarrollaban acciones comunicativas en una sola
dirección, esto ya no es posible. Ahora estamos hablando de unirnos a
una conversación, donde probablemente somos uno más, donde no tenemos el
control y probablemente ni siquiera fue iniciada por nosotros/as. La
Web 2.0, las redes sociales, no son un espacio donde lanzar consignas,
mensajes, información. Es un espacio de interacción, dialogo, escucha,
debate. Donde el rango no importa, sino la calidad de lo que se propone.
Todas las ideas compiten en igualdad de condiciones. Para el recién
llegado es muy difícil comprender esto. Las redes no son un muro virtual
donde “pego” carteles, ni tampoco un chat, donde en un
determinado momento me someto a preguntas. Algunas organizaciones creen
participar en la redes sociales, porque lanzan múltiples mensajes
pidiendo la colaboración de los ciudadanos, buscando apoyos, difundiendo
lo que quieren hacer, explicando situaciones de vulnerabilidad,
difundiendo sus logros …, eso esta bien, pero ni una interacción, ni un
dialogo, ni un mensaje cercano. Utilizan internet como un canal
unidireccional. “Si es un dialogo ¿Quien controla todo esto entonces?”,
se suelen preguntar. Esta es uno de las cuestiones que debemos comenzar
a desaprender, deberemos pasar de controlar nuestras comunicaciones, a
influir en los demás y a ser influidos. Este es uno de los mayores
regalos que podemos obtener.
Nos
encontramos en una gran conversación, las organizaciones son
conversaciones, administrar es conversar, relacionarnos con la sociedad
es una conversación (Cluetrain, 1999)8.
¿Conversamos? ¿Interactuamos? ¿Escuchamos? El cambio, en la forma en
que nos relacionamos con las personas y la sociedad, debe estar basado
en:
Reputación.
La reputación online es el reflejo del prestigio o estima de una
persona u organización en Internet. La reputación no está bajo el
control absoluto del sujeto o la organización, aunque podemos hacer
acciones por mejorarla, sino que la construyen también el resto de
personas cuando conversan y aportan sus opiniones.
Coherencia.
La organización no puede mostrar ninguna incoherencia entre lo que dice
y lo que hace. Debemos ser transparentes, tenemos que mostrar la
organización tal y como es.
Servicio.
La comunicación a través de las redes sociales debe ser tan eficaz, o
más, de lo que lo es la presencial, y a la vez debe ser más eficiente y
dar mejores resultados sin requerir muchos más recursos. Conviene
mostrar en todo momento la predisposición para escuchar y para ayudar en
todo lo que sea posible, así como para ofrecer soluciones.
Consistencia.
Coherencia y fiabilidad de todo aquello que hagamos en la red. Todo
aquello que lancemos a la redes sociales puede ser leído, analizado y
comentado por millones de personas en todo el mundo. Por lo tanto,
debemos movernos entre planificar cuidadosamente las acciones y mantener
conversaciones en tiempo real.
Corresponsabilidad.
Saber a quién se representa y con qué orientación, cómo y dónde se debe
comunicar. ¿quién somos?, ¿en nombre de quién hablo? ¿qué dice mi
organización? Hay que tener en cuenta las normas de convivencia y las
normas de uso de las mismas redes sociales.
Colaboración. Participación
en otras iniciativas ciudadanas como si fueran propias, de igual a
igual, apoyando, colaborando, defendiendo, todas aquellas que estén en
linea con nuestros principios y valores, además de fomentar la
participación del resto de la ciudadanía.
Compartir. Debemos
ser capaces de compartir la información de la organización. Información
que pueda ser reproducida, modificada, complementada cuestionada,
usada, de tal forma que permitamos la creación de nuevo conocimiento.
Transformar nuestra organización.
No
basta con cambiar la forma en que nos relacionamos, debemos transformar
nuestra propia organización. Ante estos nuevos retos, si queremos que
nuestras organizaciones continúen siendo eficaces y eficientes, e
impliquen a cada vez más amplios sectores de la sociedad, deberemos
adaptar nuestras formas de gestionar, organizar y planificar. Tom Peters10, gurú del management desde los años 70, saltó a la fama tras la publicación de “En Busca de la Excelencia“11,
un libro en el que incitaba a los dirigentes a enfocar los negocios de
un modo radicalmente distinto. Hace algunos años, de forma provocadora
planteaba “los tiempos locos exigen empresas locas […] Por fin casi todos hemos asimilado la idea de que «el cambio es la única constante». Bueno, pues lo siento, pero ¡olvídese del cambio! La palabra es débil. Diga «revolución». Lo que hacemos. Lo que fabricamos. La forma en que trabajamos. Todas y cada una de estas cosas están sometidas a revolución”. (Peters, 2004)12. ¿Estamos preparados para ello? ¿Podemos asumirlo? ¿Somos capaces de liderar este proceso?
Esta
cambiando cómo y con quién nos relacionamos, cómo y con quién nos
comunicamos, cómo y con quién colaboramos. Nuestras organizaciones
tienen que ser capaces de utilizar las nuevas tecnologías, la
inteligencia colectiva de nuestros grupos y equipos, las nuevas redes
sociales, de potenciar la colaboración y la participación, incrementar
la reputación, de enfrentarnos a un nuevo modelo económico y de
incorporar a un nuevo tipo de trabajador y voluntario que tienen unas
motivaciones y expectativas distintas: los nativos digitales. Veamos
algunas claves de esa “revolución” organizativa.
La
participación de la organización en la Web 2.0 y las redes sociales,
suele ser visto como un experimento, en los que los niveles superiores
no suelen implicarse activamente. El cambio, sin embargo, requiere que
los niveles superiores de la organización actúen como modelos y líderes.
Si los directivos no manejan adecuadamente estas herramientas y no se
implican en su difusión y en los cambios culturales difícilmente
lograremos transformar la organización.
Por ello, debemos comenzar por la implicación de los altos niveles niveles de la organización.
Debemos ser capaces que los miembros de la junta directiva, patronatos,
comités, órganos directivos se muestren comprometidos, vean su utilidad
y se conviertan en participantes activos y entusiastas. Los lideres de
la organización tiene que interactuar, participar y conversar como uno
más. Sin este cambio, es difícil que podamos continuar, al final la
pregunta suele ser: Si esto es tan positivo para la organización ¿Por
que no se implica el gerente/a? ¿Por que el presidente no tiene un
perfil en una red social? Los ejemplos que podemos encontrar de éxito,
tanto en en ámbito empresarial como en el tercer sector, tienen en común
haber estado liderados por los altos niveles organizativos (Chui, Miller y Roberts, 2009)13. ¿Tu presidente/a participa activamente en las redes sociales? ¿A que esperas para explicarle como funciona este mundo?
La participación de los altos niveles es un paso necesario, pero no suficiente. Debemos implicar a todos los miembros en el proceso. Suele ser muy útil, que un miembro de la organización, que la conozca bien y sea respetado y valorado se convierta en “evangelizador”.
Será el/la responsable de promover el uso de la redes, de ir mostrando
sus ventajas, los avances que se van produciendo, como superar las
barreras y especialmente de mostrar datos que avalen esos resultados.
Personal laboral, voluntarios, socios, simpatizantes… ¿seras capaz de
desperdiciar todo ese conocimiento colectivo? ¿Eres capaz de mejorar sin
conocer todo lo que tienen que decirte? Será imposible lograr la
implicación de la sociedad en mi organización a través de las redes
sociales, si no somos capaces de implicar a nuestros miembros.
Todas las ideas compiten en igualdad de condiciones.
Todas tienen a priori las mismas oportunidades en la red. Nadie tiene
el poder de censurar ideas o eliminar el debate sobre ellas. Se pueden
hacer públicas y tiene el mismo tratamiento la del director general, que
una propuesta de un simpatizante. En este contexto, la contribución
cuenta más que la posición. La posición, los cargos, el título y los
grados académicos tienen una menor influencia en la Web 2.0 y las redes
sociales. Es un espacio donde lo que cuenta es la aportación que se
realiza y el valor que agrega. Nuestras organizaciones deben ser capaces
de asumirlo y potenciarlo.
Uno de los elementos esenciales es potenciar la creatividad.
La creatividad puede estar en todas partes. Todos somos creativos y la
creatividad se puede desarrollar. Es básico crear unos entornos de
trabajo atractivos, unos ambientes, que inspiren a voluntarios y
trabajadores a dar lo mejor de sí mismos. En muchas ocasiones, los
lastres de la creatividad son los propios sistemas de gestión de
nuestras organizaciones, el control, la rutina, no asumir los errores
como algo natural, la falta de responsabilidad, no querer riesgos, la
ausencia de experimentación, son enemigos de la creatividad. Las
organizaciones más innovadoras y con más éxito son aquellas en las que
se permite a los miembros equivocarse, ya que se consideran que es algo
habitual dentro de proceso de creatividad. No es que fallar sea bueno,
pero existen diversas situaciones donde es algo necesario y debe estar
integrado en el proceso de aprendizaje de la organización (VV.AA., 2006)15. Tu decides, en tu mano esta disponer de miembros creativos.
Para que la participación y la creatividad se produzca de forma natural el centro debe ser la persona.
Debemos pasar de organizaciones centradas en procesos, en resultados a
organizaciones centradas en personas. Organizaciones humanistas, en las
que todo el mundo tiene la oportunidad de participar, de aportar lo
mejor de sí mismo para generar valor económico y social. Organizaciones
en las que podemos compartir el conocimiento para construir, entre
todos, inteligencia colectiva (Cabrera, 2009)16. Las organizaciones centradas en las personas son aquellas que logran mejores resultados, no lo olvides.
Organizaciones abiertas que interactúan generando confianza (Gasalla, 2000)17.
La Web 2.0 nos permite participar, crear y aprender de forma
colaborativa en estructuras abiertas y basadas en la confianza. Existe
una relación inversa entre control y confianza. Cuanto más controlemos,
menos confianza despertaremos, cuanto más entreguemos el control, más
confianza generaremos (Jarvis, 2010)18.
Las fronteras de nuestras organizaciones se están volviendo líquidas,
difusas, sin una forma definida. Los procesos de decisión deben estar
libres de prejuicios, y deben aprovechar el conocimiento colectivo de
toda la organización. La información quiere ser libre, ubicua y
accesible. También dentro de las organizaciones. Empeñarnos en
mantenerla bajo llave, siempre supondrá un esfuerzo estéril a medio
plazo (Polo, 2008)19.
Tendremos que ir de una gestión basada en el control, el miedo al
castigo y las jerarquías, a las redes abiertas, globales y colaborativas
en las que se cultiva la confianza y se cuida a los participantes y sus
intereses. Una gestión donde se premie a los miembros por intercambiar,
compartir, valorar, etc. (Celaya, 2008)20.
Transmitir un mensaje común sólido y coherente, que facilite este proceso de transformación. Algunos de los mensajes que podemos lanzar son (Iturbe, 2010)21:
-
Si no hay participación no hay nada, esto es la Web 2.0.
-
Somos más persona y más organización en tanto que usamos la tecnología.
-
Todo es más fácil si nos ayudamos entre nosotros, sólo hay que poner en contacto a quien tiene la respuesta con quien tiene la pregunta.
-
Son pocas las personas que aprenden en solitario, en general necesitamos acompañamiento para adquirir nuevas destrezas.
-
Una organización son muchas personas y es muy difícil tener muchos proyectos personales, así que tenemos que dotarnos de unos mínimos comunes.
-
Muestra en tu actividad profesional la responsabilidad que muestras en tu vida personal y aplícalo al manejo de las tecnologías de información.1JARVIS, JEFF: “Y Google, ¿Cómo lo haría? Gestión 2000, 2010.
2http://www.johnseelybrown.com/
3SEELY BROWN, JOHN AND. ADLER, RICHARD P: “Minds On Fire: open education, the long tail and learning 2.0” En Educause Review, Enero Febrero 2008. http://www.johnseelybrown.com/mindsonfire.pdf
4RUIZ DE QUEROL, RICARD y BUIRA, JORDI: “La sociedad de la información”. Editorial UOC. Barcelona 2007
5CURTICHIS, JAVIER; FUENTES, MAURO A.; GARCIA, YOLANDA y TOCA, ANTONIO: “Sentido Social: La comunicación y el sentido común en la era de la Internet Social” Profit, Barcelona 2011. http://www.sentidosocial.es
6FRISTBROOK, CAROLINE y WOLLAN, ROBERT: “Aprovechar las ventajas de las redes sociales” en Outlook, 2011, numero 1
7SANCHO, JOSÉ LUIS y DE MIGUEL, PILAR: “Unirse a la conversación: integrar las redes sociales en la estrategia y las operaciones”, en Harvard Deusto Business Review. Numero 202 Junio 2011
8LEVINE, RICK y LOCKE, CHRISTOPHER: “El manifiesto Cluetrain: El ocaso de la empresa” http://www.cluetrain.com/ 1999
9LEVINE, RICK y LOCKE, CHRISTOPHER: “El manifiesto Cluetrain: El ocaso de la empresa” http://www.cluetrain.com/ 1999
10http://www.tompeters.com/
11TOM PETERS: “En busca de la excelencia”. NOWTILUS, 2002
12PETERS, TOM: “Nuevas organizaciones en tiempos del caos”. Deusto 2004.
13CHUI, MICHAEL; MILLER, ANDY;AND ROBERTS, ROGER, P.: “Six ways to make Web 2.0 work” en McKinsey Quarterly Febrero 2009 http://www.mckinseyquarterly.com/Business_Technology/Application_Management/Six_ways_to_make_Web_20_work_2294?gp=1
14 GODIN, SETH: “Tribus. Necesitamos que tú nos lideres”. Gestión 2000. Barcelona 2009
15VV.AA., “How Failure Breeds Success” Bussinessweek, 10 de julio de 2006. http://www.businessweek.com/magazine/content/06_28/b3992001.htm
16CABRERA, JOSÉ: “Explorando el ADN de las organizaciones 2.0 ¿Cambiar un poco para cambiarlo todo?” http://blog.cabreramc.com/2009/09/08/explorando-el-adn-de-las-organizaciones-20-%C2%BFcambiar-un-poco-para-cambiarlo-todo/ Septiembre 2009.
17GASALLA, JOSÉ MARÍA: “La nueva dirección de personas. La dirección por confianza (DpC). Pirámide Madrid 2000
18JARVIS, JEFF: “Y Google, ¿Cómo lo haría? Gestión 2000, 2010.
19POLO, FERNANDO: “Management 2.0, 20 tesis” en http://abladias.blogspot.com/2008/06/management-20-20-tesis.html 18 de julio 2008
20CELAYA, JAVIER: “La empresa en la Web 2.0: El impacto de las redes sociales y las nuevas formas de comunicación online en la estrategia empresarial”, Gestión 2000, Barcelona, 2008.
21ITURBE, JULEN: “Metodología 2.0” http://blog.consultorartesano.com/2008/01/metodologa-20-i.html 21 de enero de 2008
http://www.iniciativasocial.net/?p=823&goback=.gde_3570672_member_119593859
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